Salto
cuántico
Cuando Google anunció en agosto que una de suscomputadoras cuánticas había simulado exitosamenteuna reacción química, se convirtió en el último avancetecnológico. La promesa cuántica: aprovechar el poderde las partículas subatómicas para proporcionar poten-cia computacional que es imposible de obtener con lasmáquinas tradicionales. No obstante, los equipos seenfrentan a barreras relativas a la tecnología y al talentoa la hora de mostrar las aplicaciones prácticas quepuede ofrecer la computación cuántica.
Organizaciones públicas y privadas de todoel mundo se están involucrando con nuevofinanciamiento e iniciativas innovadoras. En agosto,por ejemplo, un importante científico chino anuncióque un satélite con equipamiento cuántico, lanzado enel año 2016 en asociación con Austria, había facilitadoproteger las comunicaciones de largo alcance de loshackers entre los observatorios a una distancia de1.200 kilómetros (745 millas).
Los gobiernos también fomentan la actividad delos proyectos. Alemania anunció en junio que estáinvirtiendo EUR 2.000 millones en investigacionescuánticas; en agosto, Estados Unidos asignó otrosUSD 1.000 millones a programas de inteligenciaartificial y computación cuántica, justo dos añosdespués de otorgar USD 1.200 millones para avanzar en la investigación cuántica.
Sin embargo, los gigantes de la tecnología y la cienciaestán a la vanguardia. El proyecto de reacción químicade Google tuvo lugar después del experimento de laempresa realizado en 2019, cuando declaró ser el primero en lograr la supremacía cuántica con el nuevoprocesador de 54 bits cuánticos llamado Sycamore.Google aseguró que en 200 segundos Sycamore podíarealizar un cálculo que a la supercomputadora máspoderosa del planeta le tomaría 10.000 años resolver.
“Este es un momento emocionante, porquela tecnología cuántica ha avanzado hasta unpunto en el que realmente podemos aprovecharla física de la mecánica cuántica para desarrollaraplicaciones prácticas”, dice Kate WaimeyTimmerman, Directora Ejecutiva de ChicagoQuantum Exchange en Chicago, Illinois, EUA.
Llegar a los extremos
Chicago Quantum Exchange es un consorcio que
incluye dos de los cinco centros de investigación cuán-
tica oficiales de EUA. Uno de esos centros, Fermilab,
colabora con varias organizaciones, entre ellas Italian
National Institute for Nuclear Physics, en un proyecto
que podría eliminar una de las principales barreras que
impiden el uso generalizado de la computación
cuántica y lograr que la tecnología funcione de
manera confiable y eficaz en condiciones normales.
En la actualidad la computación cuántica se
desempeña bien solo en entornos extremos,
normalmente a cientos de grados Fahrenheit
bajo cero. Esta limitación evita que la computa-
ción cuántica se convierta en una realidad para
todos. El objetivo del proyecto de Fermilab es
identificar los factores responsables de la fragi-
lidad de las máquinas cuánticas y averiguar si
distintos materiales contribuirían a lograr una
mayor durabilidad y un uso más generalizado.
Otros proyectos en marcha se concentran en
explorar posibles aplicaciones comerciales. En
Los científicos de IBM, Hanhee Paik
y Sarah Sheldon, en el laboratorio
cuántico de la empresa en Yorktown
Heights, Nueva York, EUA
“La tecnología
cuántica ha
avanzado hasta
un punto en el que
realmente podemos
aprovechar
la física de la
mecánica cuántica
para desarrollar
aplicaciones
prácticas”.
—Kate Waimey Timmerman,
Chicago Quantum Exchange,
Chicago, Illinois, EUA
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